Los cultivos transgénicos y los plaguicidas asociados a ellos traen riesgos para la salud y profundizan los problemas sociales y ambientales propios de los monocultivos a gran escala, que requieren escasa mano de obra campesina.

• Entre otros efectos negativos, generan desempleo, expulsión de los pequeños campesinos de sus tierras y destrucción de los mecanismos de control biológico que sustentan la biodiversidad. Es imposible prever todos los efectos que implica para el ecosistema la abrupta aparición a gran escala de cultivos portadores de características genéticas ajenas a su naturaleza.

• Los cultivos transgénicos polinizan los cultivos naturales, los contaminan genéticamente y crean semillas híbridas transgénicas. La contaminación genética de cultivos tradicionales y de otras especies silvestres es irreversible. Eso significa que toda su descendencia se convertirá en transgénica y se perderán, para siempre, cultivos tradicionales, como también la opción y el derecho a consumir alimentos naturales. • Ante la notificación de contaminación transgénica de parte de un país importador, los exportadores nacionales de productos no transgénicos deberán analizar sus cosechas para identificar y tratar de eliminar toda contaminación por transgénicos. Es una tarea compleja y cara, obligatoria para la sobrevida de la industria agroexportadora (miel, tomate, vino, uva, etc.).

• Un peligro adicional son los farmacultivos (CT para la producción de drogas), que son de alto rendimiento en superficies menores y representan una amenaza para nuestra alimentación. Un gen para la producción de una proteína que se utiliza como medicamento (vacuna) puede aparecer en un cultivo no transgénico e introducirse en la cadena alimentaria humana.

• Todos los CT producen nuevas sustancias que pueden causar problemas de salud, como alergias, toxicidad, efectos sobre las funciones celulares y diversas enfermedades.

• El uso de CT contamina irreversiblemente cultivos tradicionales y orgánicos, viola derechos ciudadanos, atenta contra la soberanía alimentaria y consolida el control corporativo sobre el sistema agroalimentario mundial.

• Las transnacionales agrobiotecnológicas, al inventar cultivos transgénicos resistentes a los herbicidas que ellas mismas producen, aumentan la dependencia tecnológica y el uso de estos agrotóxicos. Y por ende, aumenta la contaminación de personas, agua, suelos y alimentos.

• Los CT “Bt” resistentes a ciertas plagas son insecticidas en sí mismos: producen permanentemente toxinas en todas las partes de la planta, incluyendo las que se comen. El uso externo, esporádico y puntual de plaguicidas se sustituye por la continua acción insecticida del Bacillus thuringiensis (Bt) desde dentro del cultivo. Esto acelera el proceso de adaptación de los insectos, que pronto desarrollan resistencia al Bacillus thuringiensis (Bt). Debido a ello y a la existencia de insectos que no controla el Bt, el agricultor debe usar plaguicidas aún más tóxicos.

• La liberación al ambiente de un transgénico puede provocar una serie de impactos ecosistémicos. Por ejemplo, el polen del maíz (Bt) es tóxico para ciertos insectos benéficos como las abejas y lo que exudan sus raíces es tóxico para algunos microorganismos del suelo. Las toxinas Bt en los cultivos transgénicos inhiben la descomposición de su materia orgánica, desencadenando efectos en cascada que afectan el equilibrio ecológico. La contaminación de otras especies silvestres puede dar lugar a súper malezas imposibles de eliminar.

• La pérdida de valiosas opciones agronómicas y comerciales amigables con el medio ambiente, como la agroecología, la agricultura orgánica y la agricultura biodinámica.

• El uso de virus y bacterias para desarrollar los transgénicos aumenta la probabilidad de “transferencia horizontal” (contaminación) entre esos virus y otros virus y bacterias presentes en el ambiente, así como la aparición de nuevas enfermedades.

• La utilización de vegetales como agrocombustibles es un nuevo incentivo para desarrollar CT a mayor escala, disminuyendo la superficie cultivable para la producción de alimentos. En consecuencia, habrá más hambre en el mundo y mayores daños a la salud y al ambiente por el aumento del uso de plaguicidas. Los verdaderos científicos dicen al respecto lo siguiente: La Asociación Médica Británica, el Consejo Nacional de Investigación de Estados Unidos, el Crii-Gen de Francia, entre otros, aconsejan prohibir el uso de transgénicos y sus productos, y profundizar la investigación sobre los impactos en la salud y el ambiente. Según el Programa de Naciones Unidas para el Ambiente (PNUMA), la contaminación genética con transgénicos pone en peligro una biodiversidad que es fundamental para la seguridad alimentaria de la humanidad (PNUMA, GEO3, 2003).

Efectos en La Salud

Diversos estudios muestran graves efectos en la salud. Gilles-Eric Séralini (Centro Nacional de Investigación Científica de Francia) comprobó que ratas alimentadas con maíz transgénico Bt 863 pueden presentar efectos crónicos o subcrónicos. La Academia Americana de Medicina Ambiental de Estados Unidos concluyó que los productos transgénicos representan un serio riesgo para la salud, especialmente en las áreas de toxicología, alergias, funciones inmunológicas, salud reproductiva, metabolismo, fisiología y salud genética. El gobierno de Austria demostró en un estudio que la alimentación con maíz transgénico dañó seriamente la fertilidad en ratas, las cuáles tuvieron menos descendencia en la tercera y cuarta generación. En un estudio encargado por la Comisión de Recursos Fitogenéticos de la FAO, Jack Heinemann concluyó que los cultivos modificados para la producción de medicamentos o productos químicos industriales tienen riesgos especiales para la salud humana (2007). Arpad Pusztai demostró tempranamente que las toxinas de la papa transgénica permanecen en el tracto digestivo de las ratas generando efectos negativos a nivel celular.

Impacto de los plaguicidas que se usan con los transgénicos 

El problema de los cultivos transgénicos está relacionado con los agrotóxicos asociados en el paquete tecnológico, como es el caso del herbicida glifosato. Este herbicida, además de dañar la biodiversidad fomentando la aparición de malezas resistentes y la expansión de las tolerantes, está vinculado con el surgimiento de problemas de salud en las comunidades cercanas a las plantaciones donde es aplicado. Diversos estudios han constatado daños celulares e investigaciones realizadas por el Dr. Andrés Carrasco, de la Universidad de Buenos Aires, Argentina, demuestran que el glifosato produce alteraciones embrionarias que se manifiestan en malformaciones congénitas.  

Algunos De Los Principales Países Donde Hay Cultivos Transgénicos Ó Ct En El Mundo

El cultivo comercial de transgénicos comenzó en EE.UU. en 1996. Los principales cultivos corresponden a soya, maíz, algodón y raps (canola o colza). En el 2011, según ISAAA /Adquisición de Aplicaciones  Agrobiotecnológicas/…en su informe anual sobre la situación mundial de la comercialización de cultivos modificados genéticamente en el 2011, la superficie mundial de Cultivos biotecnológicos alcanzó las 160 millones de hectáreas en 2011, lo que supone un incremento del 8 por ciento respecto al año anterior con 12 millones de hectáreas más sembradas. Un total de 16,7 millones de agricultores de 29 países sembraron organismos modificados genéticamente en 2011.

De éstos, 19 pertenecían a países en vías de desarrollo mientras que los 10 restante eran países industrializados. La tasa de crecimiento de los cultivos biotecnológicos en los países en vías de desarrollo fue dos veces más rápido que en los países industrializados. Mientras que en los primeros se incrementó la superficie sembrada en 8,2 millones de hectáreas, en los países industrializados el incremento fue de 3,8 millones de hectáreas.

Brasil fue, por tercer año consecutivo, el país que más incrementó el cultivo de cultivos biotecnológicos se produjo en 2011. Durante el pasado año Brasil incrementó en 49 millones de hectáreas la superficie cultivada con semillas modificadas genéticamente, un 20% más que el año anterior. Brasil se mantiene así como el segundo mayor productor de cultivos modificados genéticamente representando el 19% del total sembrado en todo el mundo.

Los diez países con más de 1 millón de hectáreas cultivadas, fueron:

Estados Unidos (69 millones de hectáreas), Brasil (30,3 millones de hectáreas), Argentina (23,7 millones de hectáreas), India (10,6 millones de hectáreas), Canadá (10,4 millones de hectáreas), China (3,9 millones de hectáreas), Paraguay (2,8 millones de hectáreas), Pakistán (2,6 millones de hectáreas), Sudáfrica (2,3 millones de hectáreas), y Uruguay (1,3 millones de hectáreas).

En cuanto a su tipología, los cuatro grandes cultivos biotecnológicos registraron cifras récord. La soja transgénica (75,4 millones de hectáreas) continuó un año más siendo el principal cultivo biotecnológico representando el 47% de la superficie total sembrada con semillas transgénicas. Le sigue el maíz transgénico (51 millones de hectáreas), el algodón transgénico (24,7 millones de hectáreas), y la colza modificada genéticamente (8,2 millones de hectáreas).

 Zona naranja completa: Los cinco países que producen mas del 95% de OMG comercializado.  Otros países productores comercializan OMG. Punto naranja: sólo cultivos experimentales. *estos porcentajes  han aumentado hasta esta fecha.  

 

Caracteristicas de Los Transgénicos O CT

Los primeros CT presentaban dos características predominantes: Tolerancia a herbicidas. Inicialmente los cultivos CT eran “RR”, es decir, con tolerancia al herbicida “Roundup Ready” (glifosato más surfactante), producido por la transnacional Monsanto. Acción insecticida mediante una toxina (Bacillus thuringiensis, Bt). También hay CT que poseen ambas características. En los últimos años se han desarrollado otros transgénicos con más características, denominados multi eventos. Uno de ellos es el maíz SmartStax (de Monsanto/ Dow), resistente simultáneamente a insectos y malezas. En una sola semilla se apilan 8 genes codificados para un total de tres características, dos de ellas para resistencia a plagas (una para insectos del suelo y otra para plagas bajo suelo). La resistencia a plagas está dada por el Vt Pro, de Monsanto, y el transgen Herculex I, que es la co-expresión de dos proteínas binarias (Cry34Ab1 y Cry35Ab1) provenientes de una nueva cepa de Bacillus thuringiensis (Bt) elaborada por las agroquímicas Dow y Pioneer. Asimismo, el SmartStax es resistente al herbicida Roundup 2 (glifosato) e incorpora la característica denominada Liberty Link que confiere a este maíz tolerancia al herbicida Ignite (glufosinato de amonio), orientado al control de las malezas que ya han creado resistencia al glifosato.

El Verdadero Objetivo de Las Transnacionales Productoras de Transgénicos

Los CT son producidos por las transnacionales de la agrobiotecnología, que controlan también el mercado de agroquímicos: Monsanto, Dow Agroscience, Syngenta, Bayer, Pioneer (Dupont). Las empresas asociadas con estas trasnacionales en cada país varía el nombre, por ejemplo en el país de Chile se agrupa en Bio Chile. Monsanto produce el 91% de las semillas transgénicas sembradas en el mundo. Su objetivo es aumentar sus ingresos por las ventas de insumos agroquímicos y semillas transgénicas, más caras por estar registradas con una patente. Al controlar ese mercado, busca dominar el sistema agroalimentario mundial.

Formas de Detener La Invasión de Los Transgénicos  O CT:

• Defendiendo la soberanía alimentaria con la promoción y recuperación de prácticas y tecnologías tradicionales, que aseguren la conservación de la biodiversidad y el respeto de la diversidad productiva y cultural. •Estableciendo leyes y regulaciones que garanticen la bioseguridad y los derechos a una agricultura y alimentación no transgénica. Defender la semilla nativa y las prácticas de reproducción e intercambio de semillas. Buscar aliados para ejercer el control social de los CT existentes. Exigir el etiquetado obligatorio de productos nacionales e importados que contengan transgénicos. No consumir productos derivados de transgénicos. Comprar alimentos a los productores agroecológicos. Escribir a los parlamentarios de su zona manifestando su oposición a la introducción de los transgénicos.

FUENTE: varias